La verbena de San Juan es una fiesta que se celebra por todo el país con formas muy diferentes. En Barcelona, es una celebración popular que cada uno vive a su manera, con encuentros vecinales, familiares o de amistades para cenar, tocar música y encender hogueras.
El 23 de junio por la tarde la llama del Canigó llega a la plaza de Sant Jaume, donde es recibida por las autoridades municipales, el Àliga de la Ciudad y los Gigantes de la Ciudad, mientras suena la canción "Muntanyes del Canigó". Acto seguido, los representantes de cada barrio recogen el fuego que encenderá las hogueras de toda la ciudad.
Con el encendido de las hogueras empiezan las verbenas en las plazas y calles de los barrios barceloneses y, paralelamente, las cenas populares, espectáculos pirotécnicos, bailes y mucho jolgorio hasta la madrugada.
Cada año, por la noche del 23 de junio, Mundiñol, un grupo famoso de gente de esta península y de otros países, organiza el picnic nocturno internacional en la playa llamada "Botellón de Mundiñol" para que se conozcan los hispanohablantes y los extranjeros que quieran practicar español.
He aquí la información del picnic nocturno de Mundiñol desde 2014.
毎年、6月23日の夜~24日の早朝は大規模な国際的なビーチパーティーを開催しています。カタルーニャ語で LA NIT DE SANT JOAN と呼ばれるお祭りで、 ビーチで飲んだり踊ったり花火を見たりして夏を迎えます。 6月23日~24日にバルセロナにいる人は必見のイベントです。詳しくは上の青色の枠内にある FACEBOOK か MEETUP のリンク先を見てください。 ビーチは人がいっぱいで初めての場合、私たちを見つけるのは容易ではないと思います。 事前に ほぼ毎週水曜日と金曜日に開催されている国際交流会 に来て友達になっておくことをお勧めします。 このビーチパーティーに参加する場合、参加費などはありませんが、飲み物は必ず持参してください。
En la noche de San Juan en la playa hay muchísima gente y no es fácil encontrarnos. Además, muy a menudo la línea telefónica está saturada y no pueden hacer llamadas. Te recomiendo que imprimas este mapa haciendo clic aquí para encontrarnos.
Las raíces de esta celebración se pierden en el tiempo. Nuestros antepasados decían que el Sol estaba enamorado de la Tierra y se resistía a abandonarla. Y por ello comenzó a festejarse en la última noche de primavera, alrededor del 24 de junio, que es la más corta del año.
En aquellos lugares donde la celebración se liga a la festividad de San Juan (24 de junio) y no a la efeméride astronómica del solsticio de verano (21-22 de junio) existe una discrepancia sobre cuál es la auténtica "Noche de San Juan". El motivo es que, si bien se puede entender que a partir de las 0:00 horas ya se trata del «Día de San Juan» y, por tanto esas primeras horas puedan considerarse “Noche de San Juan”, lo habitual es entender que la noche de un determinado día no se refiere a las primeras horas del mismo sino a las últimas, una vez que ya se ha puesto el Sol.
La Noche de San Juan igualmente está ligada a las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil". Es que los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplan.
La Noche de San Juan se considera una de las noches más especiales del año, no sólo porque muchos pueblos celebran fiestas en las que las hogueras (donde se quema todo aquello que quieres que deje de formar parte de tu vida y de hacerte daño) y el fuego son los protagonistas, sino porque se considera como una de las más mágicas del año.
Es creencia popular que saltar por encima de las hogueras de San Juan, donde se queman todos aquellos recuerdos materiales que queremos olvidar, trae buena suerte y buena salud, pues el fuego nos purifica y nos libera.
Si cuando se está saltando el fuego se lanza una trenza hecha con flores o cintas de colores a la persona amada y ésta la recoge antes de que caiga, habrá felicidad entre ambos y buena fortuna.
También, quemar a medianoche un papel con los deseos escritos para que se cumplan es una tradición que se sigue en la Noche de San Juan.
Según esta misma tradición tradición, darse un baño en el mar durante la Noche de San Juan asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue eliminar energías negativas y aumentar la fertilidad femenina.
Las plantas también son importantes en esta noche de rituales: la verbena, la hierba luisa y el muérdago son mágicas. Se recogen estas plantas aromáticas que se dejan en agua para lavarse la cara a la mañana siguiente; se le atribuyen propiedades terapéuticas y limpiadoras.
Podrás conocer cómo te irá en los asuntos económicos si antes de irte a dormir en la Noche de San Juan tira debajo de la cama tres patatas, una pelada, otra a medio pelar y otra sin pelar. Al despertar al día siguiente, tendrás que meter la mano sin mirar debajo de la cama (y sin levantartee de ella) y coger una de las patatas. Si sale la pelada habrá problemas económicos el próximo año, si sale la que está a medio pelar tendrás altibajos y si sale la que no está pelada saldrás bien parado de los problemas que tengas.
Aquellas y aquellos que quieran encontrar el amor pueden seguir este ritual: Antes de las doce de la noche se encienden dos velas rojas en el dormitorio, se escriben las letras A y G en un papel (de alma gemela), después se pone a cocer este papel hasta que entre en ebullición junto a lavanda, pétalos de rosa, milenrama, jenjibre y verbena. Cuando se enfríe se rocía la habitación con la mezcla.
Si ya se tiene pareja pero se está viviendo una crisis. Conseguir una vela rosada, dos almendras y el perfume que habitualmente lleve cada uno de la pareja. A las doce de la noche escribir el nombre de la pareja en una almendra y el propio en el otro. Perfumar ligeramente ambas almendras con la mezcla de los perfumes y dejarlas en el dormitorio. Después encender la vela y pedir armonía para los dos. Al día siguiente, la pareja tendrá que comerse las almendras.
Para los que han sufrido una ruptura sentimental y quieren recuperar a su pareja. Tienen que conseguir cinco rosas. Dejarán una bajo un árbol, otra en las puertas de una iglesia, otra en un cruce callejero, otra en un río (o playa) y la quinta bajo la almohada. Al cuarto día, esparcir por la casa los pétalos de rosa que estaban debajo de almohada.